Semana intensiva 2018

Semana intensiva 2018

Un año más toca a su fin esta fantástica semana intensiva donde además de Wing Chun, hemos podido disfrutar de los compañeros y amigos que año tras año vamos haciendo por el camino. 

Siempre agradecido a quien con su presencia nos honra en esta escuela de Alicante. 

Este año hemos podido disfrutar de los compañeros de Madrid y de Cádiz. 

Han sido, para algunos 7 días y sus noches. Siete de entreno desde el pasado sábado con el curso de Muay Thai Sangha, hasta ayer viernes noche con la formación de Monitores con la que cerrábamos y dábamos por concluida esta semana intensiva 2018.

Hemos podido ver el trabajo de algunos Maestros en otros estilos invitados como cada año por esta casa y que como siempre han dado lo mejor adaptándose siempre a nosotros y con el escaso tiempo que tenían, nos han mostrado unas pinceladas de su maravilloso Arte. Gracias al Maestro Jaume Khan Muay Thai Sangha y al Maestro Alberto Jimenez de Hapkido por estar con nosotros.

Además de Wing Chun, Kali eskrima, Jeet kune do, Sac Jutsu, Monográfico Policial, Defensa Femenina y muchas horas de Wing Chun sobretodo.

Gracias a tod@s los participantes por el esfuerzo realizado. Una vez más hemos disfrutado con lo que más nos gusta y además del trabajo marcial, hemos puesto a prueba la convivencia día y noche en la escuela; desayunos, comidas, cenas, playas etc.

Es para mi un placer haber tenido en nuestra/vuestra escuela de Alicante, como sede central de Wing Chun Wuyi a tanto artista marcial, alumnos y compañeros. Siempre tendréis las puertas abiertas para volver. 

Así da gusto trabajar.

Muchas gracias por lo que habéis dado y aportado para poder seguir avanzando como buenos estudiantes que somos todos. 

Lo mejor del camino siempre son, sus caminantes. 

Gracias!

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Comentarios: 3
  • #1

    Tere Llorente (jueves, 26 julio 2018 08:48)

    Para algunos, ha sido la primera semana intensiva... Algunos comenzamos a las tres de la mañana en un coche con olor a ilusiones y esperanzas sobre lo que nos encontraríamos. Enganchamos carretera, conversación amena sobre todo lo que íbamos a hacer y una espesa niebla nos mostró un gran amanecer escondiendo las ansias por llegar a destino: Alicante.

    Cuando hacía ya rato desde que el cielo estaba completamente iluminado, el aire se condensó, el olor a mar nos inundó y, con las llaves puestas y las puertas abiertas no pudimos evitar dejar el coche en mitad de la calle y bajar a ver la puerta de la Escuela. Tal era la ilusión por comenzar que casi a trompicones buscamos un sitio donde dejar el coche, ir a meter energía al cuerpo y encontrarnos con nuestro anfitrión. Una hora después de nuestra llegada, comenzaron a llegar compañeros: así dábamos comienzo a este viaje.

    Sábado por la mañana. Curso de Muay Thai Shanga, con el Maestro Jaume Khan y sus alumnos. Una gran oportunidad para ver parte de las raíces de nuestro Wing Chun. La ocasión perfecta para conocer grandes artistas marciales. Presentación, calentamiento y a trabajar. A los que estamos acostumbrados sólo a un Arte, nos cuesta a veces no desviar los ejercicios hacia lo que practicamos, pero el Maestro demostró una excepcional paciencia, al igual que los compañeros, con los que pudimos disfrutar y aprender en todo momento. Pudimos comprobar una manera distinta de trabajar y vimos similitudes con el Wing Chun de Wuyi. La competencia y paciencia del Maestro quedó más que demostrada dentro del kwoon; y su humildad llenó la sala en el momento que apareció. Nos regaló un detalle para cada uno de los presentes y disfrutamos todos juntos a la hora de comer, demostrando que no importa la rama de artistas marciales de la que provengas ni el titulo que tengas.

    A partir de este momento, fue momento de ocio. Los que veniamos de lejos, disfrutamos de ratos de playa, y de la compañía de una compañeroa de Muay Thai, con la que pasamos momentos explicativos. Domingo por la mañana fue para hacer turismo: los que estábamos, subimos al castillo y disfrutamos de unas vistas increíbles del lugar donde el Sol pasa el invierno, y entendimos el por qué lo elige. A media tarde se nos unieron dos compañeros más y disfrutamos de nuevo de la playa. Pero había que descansar.... Comenzaba la semana dura una vez que amanecieramos....

  • #2

    Tere Llorente (jueves, 26 julio 2018 08:49)

    El lunes comenzó con un gran amanecer, prometiendo todo!!! Diez de la mañana, todos debidamente uniformados y cinco dias de entrenamiento nos esperaban por delante. Saludamos a Sifu, y comenzamos.... Que comience la semana intensiva!! Primera clase: wing chun!!! Trabajo de comprensión de conceptos, algo que nos recalcan a menudo, ya que muchas veces nos olvidamos de su significado. A la hora se unen más compañeros, distintas presiones, distintos puntos de vista, nuevos conocidos y los extranjeros con una sonrisa de oreja a oreja dificil de esconder. Pasó el tiempo, las horas corrieron en nuestra contra, y la clase llegó a su fin. Algunos con papel y boli en la mano, o móviles para apuntar, locos por retener ese tiempo en la memoria, luchando porque no se olvidara nada... Llega la hora de comer y descansar, y aún nos quedamos dentro, retrasando la alimentación, para seguir exprimiendo el tiempo, tal eran nuestras ganas.

    Por la tarde, nuevamente dentro de la sala y algo descansados, clase de akg y posterior wing chun. La primera hora, para los que fue su primera toma de contacto, fue exhausta y extraña. Para otros, fue ese soplo de aire fresco y subida de adrenalina que necesitábamos para seguir adelante! Wing chun.... No hay palabras que definan la emoción de aprender y entrenar en la cuna de nuestra asociación, con esos compañeros para los que sólo existen palabras de agradecimiento. Ducha, cena y posterior relax. Tocaba descansar, pero era casi imposible al pensar en la que se nos venía encima todavía. La convivencia y las charlas se alargaron hasta altas horas de la noche, porque podía más la emoción que el cansancio del primer día. Finalmente, caímos rendidos en nuestras colchonetas, esperando ansiosos la llegada de un nuevo día.

    Y el martes amaneció con las mismas luces que el día anterior: descubrir el color del Mediterráneo de la mano del astro rey es una de las mejores sensaciones del mundo. Un dia nuevo, una oportunidad nueva para todo.... Y por la mañana tocaba Maestro invitado de Hapkido. Comenzamos con un calentamiento intenso y breve explicación sobre la escuela. A continuación, técnicas de golpeo en su Arte, movimientos elásticos y fluidez absoluta. Poco a poco, se fue subiendo el nivel de movimiento, la forma de ataque y los ejercicios.... De tal manera que muchos acabamos con la boca abierta y una gran sonrisa esperando poder ponerlo en práctica con el compañero. Los alumnos del Maestro Alberto, entregados al máximo, ayudando en todo y motivándonos al resto a continuar trabajando. Increíble. Una vez finalizada, nuestro Sifu se hizo cargo de la hora y poco que quedaba, educándo el cuerpo con lo que en un principio parecía un pequeño drill.... Pero subiendo la intención y conceptos para llegar a realizar un trabajo fino como el de un relojero.

    Tras esta master class por su parte, momento de ducha y comida. Unos aprovecharon para descansar en la escuela, tomar apuntes o entretener la mente, otros para escaparnos a la playa y descansar allí. Cualquier momento es bueno para disfrutar del mar a los que estamos acostumbrados al secano. Y con cansancio, volvimos a la escuela dispuestos a enfrentarnos nuevamente a la clase de akg y wing chun. Un día más, el nivel de entrenamiento, exigencia, tecnicismo y compañerismo no se puede describir con palabras. No es sólo el aprecio que le tengamos a Sifu, es su entrega a su trabajo, su pasión a la hora de transmitir, lo que hace que ames lo que enseña.

    Algo más rotos y cansados, volvimos a las duchas, a la cena y a las tertulias sobre el día, sobre la convivencia, el entrenamiento.... Todo.

    Miércoles mañana.... No hubo fuerzas para ver el amanecer, pero estaba la promesa de otro día más, genial. Se esperaba el monográfico policial, ver de nuevo a ciertos compañeros, trabajar y ver un enfoque diferente de algunos ejercicios... Conceptos, siempre conceptos y no bailes de salón. Las explicaciones, como siempre, escuchadas con ansias y esperando siempre más. Aunque algunos sufrimos más frustración, miedo o dolor, se pudo respirar u ambiente profesional y ameno. Tras una merecida ducha y comida... Tarde libre con cambio de planes.... Tarde de playa, juegos de cartas, fotos y risas.. y algunos hermanos se pasaron a hacernos una visita por la escuela. Cuando decimos que nos sentimos como en casa, no exageramos.

  • #3

    Tere Llorente (jueves, 26 julio 2018 08:50)

    Un poco más cansados, nos hicimos las camas nuevamente y nos dispusimos a dormir, sin perder ni un ápice de ilusión por el día que llegaba.... Jueves: mañana de wing chun, tarde de sac jutsu. Pero no era una tarde cualquiera.... Era el exámen de nuestro compañero para conseguir su cinturón verde, y nos moriamos de ganas de ver cómo lo recibía. Técnicas, risas, agarres, barridos, proyecciones y explicación de la parte deportiva.... No había nada más que hacer que disfrutar, jugar, rodar.... Vivir el momento como si ni hubiera un mañana. Y así lo hicimos, hasta que llegó el momento de la entrega de cinturón.... Con la sorpresa se un cinturón más, el amarillo para mí, inesperado, sólo por el reconocimiento de lo que yo veo lógico: mi trabajo. Con las emociones a flor de piel, la lágrima emocionada corriendo por mi cara, sentí cómo me empujaban por detrás: tenía que acercarme a recogerlo!!! Recibí el cinturón de manos de Sifu y las felicitaciones de mis compañeros. Es increíble la sensación de no poder dejar de mirar que en la cintura el color ha cambiado, cuando no te esperabas nada.

    Más exhaustos, más doloridos pero también más completos, nos fuimos a descansar, sabiendo que sólo quedarñba un día más.... Viernes: taller de defensa personal femenina y tarde de monitores. La mañana fue.... Curiosa. Para los que hemos acudido a más de un Taller de este estilo de Sifu, nos seguimos maravillando, puedo imaginar lo que piensen los que disfrutaron de esto por primera vez. Empujones, agarres, reducciones.... Letras varias, curiosidades infinitas... Y siempre ganas de más. Por la tarde.... Creo que una de las clases de monitores más concienzuda a la que he acudido: para mí era tan difícil de entender que resultaba alentador. Y entre exámenes, nervios, ruiditos y calor, las agujas del reloj ganaron la batalla final: se había acabado la semana intensiva.

    Finalizamos la experiencia refrescandonos, rodeados de la buena compañía y deseando que no acabara nunca.... Nos traemos grandes experiencias, conocimientos y vivencias. No somos los mismos que comenzamos el lunes, no nos parecemos a ellos (algunos no mantenemos ni el mismo físico casi). Han existido los malos momentos, las malas caras, los esfuerzos vanos, las lágrimas, las frustraciones... Pero también han existido las buenas experiencias, el esfuerzo diario por oarte de todos, el compañerismo, el interés y las ganas. Sólo existen ya palabras de agradecimiento para todos los participantes y, particularmente, para el organizador y anfitrión. Para algunos ha sido la primera semana intensiva... Y seguro que no será la última.